ECONOMÍA

Recompra de acciones: qué es y cómo funciona

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Recompra de acciones: qué es y cómo funciona
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CaixaBank

07 Mayo, 2024


Pagar dividendos no es la única manera que tienen las compañías de retribuir a sus accionistas. ¿Has oído alguna vez hablar de la recompra de acciones? ¿Sabes cómo puede beneficiar esta operación al accionista?

¿Qué es una recompra de acciones?

La recompra de acciones, o share buyback en inglés, es una forma más que tienen a su alcance las compañías para remunerar a sus accionistas. Además, se ha vuelto muy popular en los últimos años.

Una recompra de acciones es una operación financiera en la que una empresa adquiere sus propias acciones en el mercado. Efectivamente, la palabra «recompra» se refiere a que un emisor (la compañía en este caso) acude al mercado a comprar una parte de las acciones que emitió en su día, para recuperarlas.

¿Qué efecto se persigue con esta acción? El objetivo es reducir el capital social, es decir, el número de acciones en circulación, amortizando o eliminando las acciones recompradas. Al reducir el número de acciones, cada una de las restantes aumenta su valor.

¿Cómo se realiza una recompra de acciones?

Para ejecutar la recompra de acciones, la compañía interesada puede contratar a uno o varios intermediarios que le ayudan en el proceso, igual que hacen muchos inversores. Eso sí, para comprar las acciones en el mercado, deben respetar ciertas normas, como recomprar un volumen máximo de acciones o no marcar precio, entre otras.

Una vez alcanzado el objetivo marcado para la recompra, las acciones permanecen en el balance de la empresa. Esto se conoce como autocartera. Las acciones que están en la autocartera no tienen derecho a dividendo ni a voto.

La junta general de accionistas de la compañía es el órgano que puede aprobar la amortización de estas acciones y la correspondiente reducción del capital social.

¿Qué tiene que hacer un accionista para participar de la recompra de acciones?

En realidad, un accionista participa de la recompra de acciones sin tener que hacer nada. El efecto es automático: cada vez que una compañía compra acciones propias, cada uno de sus accionistas pasa a poseer un mayor porcentaje de la empresa.

Un accionista también puede participar de una recompra de acciones vendiendo las suyas propias. Eso sí, como la operación se ejecuta normalmente a mercado abierto (con los límites que indique el vendedor), los accionistas que prefieran deshacerse de sus acciones deben formular su orden de venta al mercado, como ocurre con cualquier otra operación. Esto significa que no pueden vender sus acciones a la compañía de manera directa.

En estos casos, cualquier otro inversor que desee comprar más acciones podrá hacerlo normalmente, tal y como haría fuera de un período de recompra de acciones.

¿Qué ventajas tiene la recompra de acciones para los accionistas?

¿Qué beneficios aporta un programa de recompra de acciones a los accionistas que deciden mantener las suyas? En realidad, son variados, aunque se pueden resumir en los siguientes:

  • Aumenta la participación relativa del accionista en la empresa al reducir el número de acciones, como mencionábamos anteriormente.
  • Aumenta el beneficio por acción (BPA), que es un indicador resultante de dividir el beneficio neto entre el número de acciones. Como hay menos acciones, el BPA se incrementa y, con él, el dividendo por acción.
  • Puede aumentar el atractivo y la demanda de las acciones, porque este tipo de operaciones generan confianza en el mercado. Ello se debe a que la recompra de acciones muestra, por un lado, que la empresa tiene la capacidad de generar efectivo y, por otro, considera que sus propias acciones están infravaloradas.
  • Aporta ventajas fiscales al accionista si decide no vender los títulos inmediatamente. Esto es así porque retrasa el pago de impuestos hasta que reciba un mayor dividendo por acción en futuros repartos, a diferencia del dividendo tradicional.

¿Por qué valen más las acciones tras una recompra?

La revalorización de las acciones que permanecen en manos de los accionistas tras un proceso de recompra se comprende mejor con un ejemplo concreto.

Pongamos el caso de un accionista que tenga 100 acciones de una empresa con 1.200 acciones en circulación. Si esta empresa obtuviera 1.500 euros de beneficio y decidiera repartir 900 euros en dividendos entre todos sus accionistas:

  • Sin recompra de acciones: con la situación inicial de 1.200 acciones en circulación, el BPA sería de 1,25 euros (1.500 euros entre 1.200 acciones) y el dividendo sería de 75 céntimos de euro por acción (900 euros entre 1.200 acciones). Así que el accionista con 100 acciones recibiría 75 euros.
  • Con una recompra de 200 acciones: tras esta operación habría menos acciones en circulación (1.000), por lo que el BPA sería de 1,50 euros por acción (1.500 euros entre 1.000) y el dividendo por acción aumentaría hasta los 90 céntimos (900 euros entre 1.000). El accionista con 100 acciones recibiría 90 euros.

Por lo tanto, repartiendo el mismo importe entre los accionistas, la retribución por acción será más elevada en el caso de que haya habido una recompra de acciones.

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